viernes, 15 de marzo de 2013

¿PAPA ES LO MISMO QUE PAPÁ O QUE PONTÍFICE?

Queridos alumnos:
No es lo mismo Papa que Papá, claro que no.
El día 18, lunes, no tenemos cole porque el martes, día 19, es la fiesta de San José y se celebra el día del padre o papá. Se ha pasado esta fiesta al lunes para no hacer puente y perder más días de trabajo.
Le habéis hecho a vuestro papá, en el colegio, unos regalos preciosos: una rana guay para arrastrar el ratón desde Oviedo a Cádiz, o desde La Coruña a Almería y un corazón donde cabe todo el amor que sentís por él. Seguro que se pondrá muy contento. Pero aún se pondrá más si le prometéis ser unos chicos trabajadores y buenos con los demás. ¿Por qué no lo probáis?

Estos Papas que están aquí debajo no son papás de nadie porque son religiosos y no se pueden casar y, por tanto, no pueden tener hijos. Quizá con este nuevo Papa, Francisco, que parece más progresista, las cosas cambien y se actualicen a la época que estamos viviendo. No estaría nada mal.

Benedicto XVI era muy viejecito y ya no podía más. Se ha marchado a descansar y ha hecho bien.
Y el nuevo Papa Francisco no es que sea mucho más joven que digamos-76 añitos son también muchos- pero sí son algunos menos. A ver cuánto le dura la alegría que parece tener.

Y toda esta introducción para deciros que Papa y Pontífice  es lo mismo como abajo podréis leer, pero no es lo mismo que papá, que es ese señor que os quiere tanto y se preocupa y quiere lo mejor para vosotros.

Y ahora os aconsejo que leáis lo que pone debajo para haceros cultos, cultísimos.


Papa que se fue,  Benedicto XVI


Papa que ha llegado, Francisco
Pontífice:
Algunos años después de la legendaria fundación de Roma por Rómulo y Remo (753 antes de nuestra era), cuando los monarcas de la joven ciudad se ocupaban aún de los rituales religiosos, el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, consideró que sus sucesores tendrían que ocuparse de la guerra y del gobierno de un estado cada vez más complejo, de modo que no estarían en condiciones de pensar en la liturgia. Con esa idea, Numa Pompilio decidió entregar el cuidado de las ceremonias religiosas a un funcionario o sacerdote que desempeñara exclusivamente esa función religiosa. Después de mucho meditarlo, confirió esa dignidad a los pontífices, que eran los encargados de cuidar el puente sobre el río Tíber, una tarea que en aquella época revestía enorme importancia política y militar, además de religiosa. En la palabra pontifex se fusionan pons, pontis 'puente' y facere 'hacer', en alusión a su actividad: cuidar el puente.

Algunos siglos más tarde, Julio Cesar decidió asumir la dignidad de Pontifex Maximus 'sumo pontífice', 'el mayor de los pontifices', para indicar así su posición de jefe no solo civil y militar, sino también religioso. A partir de Augusto, este título quedó vinculado al de emperador durante varios siglos, hasta la llegada al poder de Constantino (306 d. de C.), quien adoptó el cristianismo como religión oficial del Imperio. Fiel a la tradición consagrada por sus predecesores, Constantino siguió usando durante algún tiempo el título de Sumo Pontífice, ahora como representante de Cristo. Pero los obispos de Roma no demoraron en reivindicar para sí la condición de únicos representantes de Cristo en la tierra y acabaron por incorporar el título de Pontifex Maximus, que los papas ostentan hasta hoy.



Que lo paséis bien estos tres días.

Muchos Muuuaaacccaaasss, campeones!!!