Hola, chicos.
Ayer fue el día del padre, ya lo sabéis. Espero que hayáis sido buenos y lo pasarais muy bien.
Yo también tuve un papá muy cariñoso listo y trabajador. Era asturiano como mi mamá pero vinieron a Madrid a trabajar.
Mi papá tenía un bar y mi mamá una mercería (es una tienda donde se venden hilos, telas, botones, ropa interior..., y que ahora quedan ya muy pocas).
Le he escrito a mi papá el poema de abajo y espero que os guste.
Tiene una cosa graciosa en unos versos.
Os lo explico: cuando entra un cliente a un bar y pide un vino, el camarero le pregunta que si lo quiere blanco o tinto. Mi padre también ayudaba a mi madre en la mercería y un día entró una señora y le pidió una bobina de hilo. Mi padre se despistó creyendo que estaba en el bar y le dijo a la señora que si la quería blanca o tinta (como si fuese una copa de vino). Nos reímos mucho.
Espero que paséis unas buenas vacaciones y leáis mucho.
MUUUAAACCCAAASSS!!!
TUS MANOS
(Para
mi padre)
Tus manos
de una
escuela con dieces, papá,
para el
niño más listo de la clase,
para el
niño con beca y muchos libros.
Pero
hay que estudiar mucho.
Pero
hay mucho trabajo.
Papá, tus
manos
de cambio
a la ciudad
empujando
barriles,
despachando
cervezas:
blanca
o tinta, señora-
(como le preguntaste a una señora
que quería comprar una bobina de hilo).
Papá, tus
manos
que
conducen el coche los domingos
y juegan
con nosotros
golpeando
un balón
que bota
lo mejor de la semana.
Aunque
hay poco dinero.
Aunque
hay mucho trabajo.
Papá, tus
manos
que de
antiguas no entienden que ya beso
y una vez
me pegaron tan miedosas
que aún
llevo la marca de tu llanto.
Papá, tus
manos
que me
quieren, que cuidan a mis hijos,
que me
hacen crucigramas inventados
mientras
yo te rehago en la memoria.
MSol Huerta Niembro